Aunque somos vecinos no mucha gente sabe que en Marruecos
hay más de 4.200 variedades de plantas medicinales y aromáticas de las que 826
se utilizan tradicionalmente y sólo un 30% se vende.
Para que veáis que aquí se toman muy en serio este asunto, en
Marruecos se encuentra el único organismo oficial especializado en la
investigación aplicada al campo de las plantas medicinales de todo África y el
mundo árabe, el Instituto Nacional de Plantas Medicinales y Aromáticas (INPMA).
Además existen varias carreras universitarias específicas de este sector.
Y os cuento esto porque voy a comenzar por el famosísimo aceite de argán, aunque hay que tener presente
que aquí hay otras muchas cosas que, shuiya shuiya (poco a poco en dariya), os
quiero mostrar.
Todos lo conocemos hoy en día ya que se ha puesto muy de
moda, pero es objeto de atención desde hace poco tiempo. Teniendo en cuenta que
lleva en Marruecos millones de años, sólo desde 1998 se preserva y protege al haber sido
declarado Reserva de Biosfera por la UNESCO.
Como hasta entonces no se ha controlado el argán ya solo crece en el
suroeste de Marruecos, en la zona entre Marrakech, Agadir y Essaouira.
Puede vivir hasta los 200 años y sus raíces pueden llegar a
los 30 metros buscando la humedad. Para resistir las extremas sequías se hace
"el muerto" perdiendo todas sus hojas. Florece en abril, pero el fruto
tarda casi un año en madurar. Este fruto tiene una piel gruesa que rodea una
cáscara amarga pero con un olor dulce y contienen dos o tres semillas que es de
donde se saca el famoso aceite.
El aceite de argán es fundamental en la cultura amazigh y llevan
siglos cultivándolo y utilizándolo tanto en su alimentación como en su piel y
cabellos.
Para el aceite alimenticio se utilizan los granos tostados. Tiene
un sabor como de avellana tostada, un poco dulzon y un color marrón por el
tueste de las semillas. Se puede comer del tiempo o ligeramente calentado, pero
no se debe utilizar para freír.
En el sur de Marruecos también se consumen en forma de
Amlou. Esta pasta está hecha de aceite de argán, almendras y miel. Se sirve en
el desayuno o como postre y lo utilizaban las tribus nómadas amazigh en las
travesías del desierto. Actualmente se utiliza en muchos pasteles marroquíes.
El aceite de argán tiene propiedades interesantes desde el
punto de vista de la nutrición ya que los expertos han demostrado que el
contenido de ácido ayuda a reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades
cardiovasculares.
Durante milenios, las mujeres amazigh lo han utilizado en su
cuidado diario. El clima aquí puede ser extremadamente duro con vientos muy
fuertes y una gran exposición al sol y la piel sufre mucho. El aceite de argán
se utiliza para suavizar y proteger la piel. Tenéis que tener en cuenta que está
recomendado para pieles muy castigadas o secas, ya que de lo contrario puede
resultar graso.
En la medicina tradicional se usa para tratar o prevenir
enfermedades de la piel ya que tiene una gran capacidad de renovación y
regeneración celular. Se utiliza para reducir las secuelas de la varicela,
irritaciones, quemaduras, grietas, eccemas, psoriasis, etc. Los amazigh suelen
decir que este aceite "calienta" las articulaciones por lo que es muy popular para masajes corporales ya que
alivia los dolores articulares. También se utiliza para el cuidado del cabello ya que devuelve el brillo, ilumina y nutre.
Además se utiliza para fortalecer las uñas quebradizas.
Como podéis ver aquí se usa para todo.
No es un producto
barato pero tampoco tan caro como algunos precios que he visto por internet. Es
preferible pagar un poco más por un producto de calidad. Todos los cultivos
suelen ser ecológicos por lo que lo único que os debe preocupar es que el
aceite sea de verdad 100% argán.
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