Después de muchos años trabajando en el turismo y de algunas
vueltas por el mundo descubrí Marruecos y este país y su gente me conquistaron.
En Zagora, una pequeña y acogedora ciudad en el valle del Draa rodeada de
desierto y palmerales, he encontrado muy buenos amigos, parte mi pequeña
familia marroquí. La verdad es que me he dado cuenta de que en general soy una
chica del sur, del sur de España y del sur de Marruecos (Marrakech, Merzouga, Zagora,
tantos sitios….).
Teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo lo paso en
Marruecos, y que es uno de los primeros países en exportación de aceites
esenciales y hierbas medicinales, no podré evitar hablar sobre muchas
costumbres y productos de aquí. Espero que terminéis tan enamorados como yo de
su gente, cultura y maravillosos paisajes.
Siempre me ha interesado la cosmética natural. La sabiduría
popular de las mujeres de todo el mundo nos ha ayudado a cuidarnos desde el
principio de los tiempos. Para ser sinceros, como ya os he dicho, yo no vengo
del mundo de la cosmética y aparte de lo que todas vamos aprendiendo no tengo
más formación en estas cosas, pero como soy muy curiosa y atrevida voy
preguntando y probando todo lo que puedo allá dónde voy. Con la inestimable
ayuda de María (que tiene un pequeño salón de belleza en Zagora en el que solo
trabaja con productos naturales combinando la técnicas tradicionales de aquí con
su experiencia en aromaterapia) la sabiduría inagotable de las mujeres amazigh (que
llevan usando cosmética natural desde tiempos inmemoriales) y los consejos de
mi amiga Marta y mi tía Marisa (farmacéuticas en España) voy a intentar
compartir aquí lo que voy aprendiendo, mis experiencias como conejillo de indias
y todo lo que se me ocurra.
Pero no sólo os quiero hablar de cosmética natural, aunque es
la excusa para este blog, sino también de mi vida aquí, de mis viajes, y de
todo un poco. Espero que os ayude, aporte y, sobre todo, entretenga.
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